La vida es un verano intermitente

A veces pienso en ti haciendo cosas tan simples como bailar, o simplemente dejar que alguien te abrace. Escuchar el corazón que late debajo de cada pecho. Escuchar cada aliento en cada boca que te besa. Escuchar el ruido que hacen tus dedos sobre la piel, entre los cabellos de cada melena. El ruido que hace tu ropa rozando contra las mangas de otros brazos.El sonido de tu lengua al relamerte los labios después de estar mucho rato junto al mar. El ruido de tus párpados cuando pestañeas insomne por las noches. El rumor de tu sonrisa en la oscuridad.El tictac de tus dedos tamborileando en la mesa, el ruido hueco de tus huesos contra el suelo si te caes. El redoble de tambores de tus talones al caminar descalza sobre las baldosas, el susurro de los flecos de la alfombra, desordenados entre los dedos de tus pies. El murmullo de tu pelo en la almohada si te giras mientras duermes.??El rechinar de tus dientes si te quemas cocinando, el crujido temeroso y chirriante del columpio del jardín. El sensual jadeo de tu aliento mordisqueándole la oreja; el dulce, casi lascivo, gemido que se te escapa entre dientes y telarañas.??El ronroneo de los coches en esa larga calle que caminabas ya entrada la noche, el suspiro cansado de tus pulmones, haciendo vaho en el aire. El sonido casi fantasmagórico de las páginas pasando entre tus dedos, una tras otra. El crujido del somier cuando te estiras a apagar el despertador. El gruñido de la cafetera en la cocina. El sonido gutural de tu garganta al beber.????Tu silencio es como un cerezo cargado de fruta que nadie se molesta en ir a recoger.????Esos pequeños momentos que, en sueños, quiero creer que tú también viviste. Y eso los hace tan tuyos.?Pequeños momentos con los que sueño algunas noches. Eso los hace tan míos.Recuerdo cómo siempre pensaba en ti antes de dormir, y con qué dedo secaría de tus mejillas las lágrimas, inviolables, irreprimibles, de ese llanto circunspecto que sólo dejabas salir cuando no había nadie para hacerte callar.Y eso no quiere decir que no te eche (terriblemente) de menos.